Cuentan los antiguos pobladores de
la zona de san Martín, de la provincia de san Ignacio, que antiguamente
existían por estos lugares dos tribu guerreras. La tribu de las jarcas y los
yanquis, ambas se profesaban ciertas rivalidades.
El jefe de la tribu de las jarcas
tenía un hijo opuesto, era muy hermoso, las doncellas que vivían en el lugar se
enamoraban de él. Por otro lado el jefe de los yanquis tenía una hija, una
hermosa joven, blanca como la nieve, una mañana el joven guerrero salía a dar
un paseo por el campo y vio a la joven doncella que se estaban bañando en una
laguna, al ver ante sus ojos a una hermosa mujer que nunca antes había
visto se quedó totalmente anonadado,
regreso a su casa y contó lo sucedido a
su padre a quien le causó mucha gracia
la noticia.
El joven, todos los días pensaba en
la doncella, hasta que una noche de luna llena, ambos se encontraron al pie de
una laguna, el joven le declaro su amor y ella le corresponde a dos
invitaron al dios del amor para que los casara en secreto; pero al enterarse el
padre de la doncella que su hija se había casado sin su consentimiento,declaro
la guerra a la otra tribu.
Ambas tribus imploraron a sus
dioses para ganar la guerra. La batalla fue muy sangrienta y cruel, lucharon
por igual durante 8 años. Los dos jóvenes por salvar su amor huyeron por el
bosque como dos locos perdidos, aprovechando que las dos tribus estaban en
guerra; pero los dioses al descubrir que
el guerrero y l doncel huían
burlándose de sus familias, botaron bolas de nieve convirtiéndolos en
dos hermosas montañas de hielo.
Al enterarse de lo sucedido, las
dos tribus firmaron la paz, aceptaron su
error, pues por su culpa habían perdido a sus seres queridos.
Con el pasar el tiempo y por los
fuertes vientos que soplaban, estas
hermosas montañas se determinaron, dando origen a una hermosa quebrada,
con aguas cristalinas que riega todo el
valle. En la actualidad lleva el gran nombre de botijas, porque nace de dos
fuentes de agua inacabables, del
interior de un cerro que guarda las ya derretidas montañas de hielo.
Cuando visites el caserío de san
Martín y vallas al pie del cerro de donde nace la quebrada, observaras dos
ventanas, son os ojos de la doncella y el agua que sale de allí son lágrimas de
ella que llora por haberle arrebatado su
amor, y en viernes santos se escuchan gritos desesperados, esos gritos son del
joven que busca a su amada.
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